Dra. Ingrid Rivera
Pediatra. Dermatólogo. Especialista en Sifilografía. Profesora de la Cátedra Farmacología de la Escuela de Medicina “Dr. José María Vargas”, Universidad Central de Venezuela
La Dra. Ingrid Rivera inició su ponencia explicando que así como la huella digital, la microbiota es diferente en cada persona y dijo que en el cuerpo hay 10 veces más células microbianas que humanas. De hecho, los microbios aportan más genes responsables de nuestra supervivencia que los genes propios de los humanos. En el contexto del simposio patrocinado por Distrilab sobre este interesante tema, la Dra. Rivera explicó que la microbiota intestinal es un modulador del sistema inmune que envía señales a los diferentes órganos del cuerpo (pulmón, tejido adiposo, riñón, cerebro, hígado y piel) a través de ácidos grasos de cadena corta, neurotransmisores, moléculas del sistema inmunológico, ácido biliares y la estimulación de otras hormonas. Cuando hay desequilibrio en la piel se pueden manifestar psoriasis, acné, rosácea, dermatitis atópica. La Dra. Rivera planteó que, así como la microbiota intestinal, existe una microbiota cutánea: la piel es un ambiente seco, ácido, rico en lípidos y alto en sal, sin fuentes de nutrientes exógenas y, por lo tanto, tiene una biomasa microbiana baja. En casos de disbiosis cutánea en dermatitis atópica, las estrategias terapéuticas pueden ser: interrumpir tratamiento con dupilumab, transplante bacteriano y uso de emolientes, así como fortalecer esteroides y ciclosporina.