La tarde del jueves los pediatras tuvieron la oportunidad de realizar un taller práctico de RCP neonatal, dictado por los Drs. Rafael Godoy, Ángel López y María Daniela Sojo, quienes antes de las prácticas de aprendizaje, presentaron conceptos teóricos clave. El Dr. Godoy inició planteando que la mayoría de los Recién Nacidos (RN) están vigorosos al nacer, esto significa que son capaces en los primeros 30 segundos de vida extrauterina, de respirar con fuerza, tener llanto fuerte, la frecuencia cardiaca es superior a 100 latidos por minuto y presentan buen tono muscular, moviendo las cuatro extremidades. A pesar de este dato, se estima que un 5-10% de los RN a nivel mundial requiere algún tipo de asistencia en el momento del nacimiento, y de ellos el uno por ciento necesitará medidas mayores de reanimación para sobrevivir. Explicó la fisiología del RN en los primeros minutos de vida y acotó que si el neonato no respira al nacer ni llora, es decir, no es vigoroso, se estima que estuvo sometido a una fase inicial de la insuficiencia circulatoria placentaria, lo que se conoce como apnea primaria. En estos casos, la estimulación corporal mediante el tacto en forma gentil puede ayudar a iniciar las respiraciones espontáneas y la recuperación de la frecuencia cardiaca. Pero si nace no vigoroso, en una fase tardía, la estimulación táctil no será suficiente para iniciar la respiración y necesitará ser apoyado con ventilación a presión positiva, ya que se encuentra en una apnea secundaria. Los especialistas destacaron la importancia de conocer los antecedentes del RN y tener presente los signos y síntomas para dar soporte en lo que se denomina el minuto de oro, sobre el cual la Dra. María Daniela Sojo señaló que es el primer minuto después del nacimiento y sienta las bases para la calidad de vida futura del individuo. Explicaron los pasos a seguir para atender al RN, haciendo énfasis en el minuto de oro.
Destacaron la importancia de evaluar los factores de riesgo para preparar el escenario de atención, contar con un ambiente adecuado, equipamiento, personal y medicamentos. También es fundamental la comunicación entre el líder y el equipo para lograr la mejor recuperación posible del RN.
