Dr. Roque Aouad
Pediatra Infectólogo. Servidor de la SVPP. Amigo del Epónimo (MUY IMPORTANTE)
Las vacunas contra el Virus del Papiloma Humano (VPH) se encuentran entre las más eficaces, seguras y disponibles, pero con el rango de cobertura mundial más bajo. El espectacular impacto y la eficacia que se observan en los estudios disponibles, han estimulado el interés y se han diseñado objetivos ambiciosos en pro de reducir enfermedades ligadas al VPH. Estas vacunas permiten prevenir la infección por un agente mucosotrópico de transmisión sexual sin una inducción específica de la inmunidad de la mucosa. Las vacunas profilácticas contra VPH disponibles en la actualidad se basan en partículas similares a virus que se autoensamblan a partir de la proteína principal de la cápside L1, y se incluyen en el grupo de vacunas que permiten combatir el cáncer, en particular el cáncer de cuello uterino. La primera vacuna contra el VPH se autorizó en 2006 y desde entonces todas se dirigen al binomio VPH-16/VPH-18, tipos que causan la mayoría de los cánceres atribuibles a este virus en ambos sexos. Con el transcurrir del tiempo se incluyeron más serotipos oncogénicos, con lo cual se amplió el abanico de cobertura. Para 2020, las vacunas contra el VPH se habían introducido en los programas nacionales de inmunización en más de 100 países, con esquemas que a la fecha han evolucionado en busca de la excelencia y máxima cobertura, pero con un hándicap en contra: cobertura vacunal mundial cercana al 15%. La mayoría de los programas se centran en la vacunación de adolescentes y un número cada vez mayor también incluye a los niños y adultos jóvenes. La versatilidad de estos programas traduce la confianza depositada en el biológico, gracias a la evidencia de posibilidad de intercambiabilidad vacunal, poco riesgo de reemplazo viral, amplia protección cruzada y un futuro prometedor, si la usamos correctamente.
