Dr. Rafael J. Santiago Peña
Gastroenterólogo Pediatra.
Adjunto del Departamento de Pediatría del Hospital Universitario de Valera “Dr. Pedro Emilio Carrillo”. Coordinador de posgrado de Puericultura y Pediatría de la Universidad de Los Andes (ULA – HUPEC) Valera
Profesor de Pregrado de la Escuela de Medicina de ULA Valera. Colaborador Docente de la Universidad Nacional Experimental Rómulo Gallegos (UNERG) y de la Universidad Nacional Experimental Francisco de Miranda (UNEFM). Secretario de Educación Médica Continua de la SVPP. Secretario, Directiva de la Sección de Gastroenterología Pediátrica, SoVeGastro
El Dr. Rafael Santiago fue el primer ponente del simposio sobre “Situaciones Comunes en Pediatría y su Manejo”, patrocinado por Distrilab, laboratorio que apoya la educación médica continuada. La secreción de ácido de la cámara gástrica cumple una importante función, pues ayuda a la esterilización microbiana de los alimentos ingeridos y participa en la digestión y absorción de proteínas, hierro, calcio y vitamina B12. En diferentes situaciones clínicas es necesario suprimir esta secreción o proteger a la mucosa del ácido, para lo cual están indicados los Inhibidores de Bomba de Protones (IBP) y/o los citoprotectores, fármacos conocidos en general como “protectores gástricos”, término que ha sido banalizado. Los IBP son los medicamentos más indicados en la población pediátrica, sin embargo los estudios informan que hay un alto porcentaje de uso incorrecto. Algunas de sus indicaciones formales en adultos y también en niños son: Enfermedad por Reflujo Gastroesofágica (ERGE) y sus complicaciones, Esofagitis eosinofílica (EoE), enfermedad úlcero péptica, gastritis y la erradicación del H. pylori. En la población pediátrica dependen de la edad y peso del paciente. Siempre es necesario considerar los efectos adversos y las interacciones medicamentosas. El sucralfato produce un efecto citoprotector, pues con pH < 4, forma un complejo que se adhiere a las superficies inflamadas del epitelio y al moco del tracto digestivo; se indica en la enfermedad úlcero péptica, reflujo biliar, lesión mucosa digestiva por radiación, en profilaxis de estenosis esofágica por cáusticos y en el tratamiento inicial de la ingesta de baterías de botón.
